Capítulo 16: La luz de Cristo obrando a través de ti

Oración inicial
Señor, tú eres la luz del mundo. Haz que esa luz se refleje en todo lo que hago. Que tu Espíritu en mí manifieste obras vivas y no solo sentimientos. Enséñame a orar con compasión, a interceder con fe y a servir con obediencia. Usa mi vida como instrumento de tu sanidad y de tu amor. Amén.

Pasaje bíblico
«Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo». (Juan 9:5)

Reflexión
Jesús declaró que era necesario hacer las obras del Padre mientras hubiera luz. Esa luz hoy permanece en nosotros a través del Espíritu Santo, que habita en cada hijo de Dios.

El Espíritu no está en ti solo para consolar, sino también para manifestar las obras del Padre. Una de esas obras es la sanidad. Lo que Jesús inició continúa a través de tu vida.

No esperes sentirte “listo” para orar por alguien. Ora. Hazlo en secreto en tu habitación o imponiendo tus manos con fe. Sé un canal de gracia.

Recuerda el caso de Job: sufrió por años buscando respuestas, pero su restauración vino cuando oró por sus amigos. Hay un principio espiritual aquí: Dios derrama bendición sobre quienes siembran gracia en la vida de otros.

Comienza hoy. Haz una lista de personas necesitadas y preséntalas en oración. La luz que hay en ti puede alcanzar a muchos.

Principio espiritual
Orar por otros abre la puerta a la bendición sobre tu propia vida.

Versículo final
«Con la medida con que medís, se os volverá a medir». (Lucas 6:38)

Preguntas para reflexionar

  1. ¿He orado solo por mí o también por los demás?
  2. ¿He sido un canal de las obras de Dios o solo un recipiente?
  3. ¿A quién puedo bendecir hoy con una oración sincera?

 

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *