Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Jeremías 1:5
Dios llama a Sus hijos a vivir con prudencia y sabiduría, pero también nos recuerda que solo Él es el Planificador Maestro. Sus propósitos existieron mucho antes de que tomáramos nuestro primer aliento y continuarán mucho después de que se complete nuestro viaje terrenal. A través de Jeremías, Dios declara: “Antes de formarte en el vientre, te conocía.” Él nos conoce más profundamente de lo que nos conocemos a nosotros mismos, sin estar nublado por las emociones, prejuicios o debilidades humanas.
El Señor también dice: “te aparté.” Antes de que pudiéramos pensar, planificar o decidir, Él ya había elegido un propósito para nosotros. A menudo tratamos de encajar a Dios en nuestros planes, pero el mayor honor es que Él nos ha incluido en los Suyos.
Como hombres, tendemos a querer controlar nuestro destino, trazar nuestro rumbo y asegurar nuestro futuro. Pero hay una libertad profunda en saber que el Dios todopoderoso ya ha establecido un propósito para nuestra vida. Entonces, ¿por qué deberíamos estar ansiosos? Su sabiduría y previsión son inquebrantables. Incluso cuando no podemos ver el panorama completo o entender el camino, Su plan para nuestras vidas se mantiene firme. Nuestro llamado no es a preocuparnos, sino a confiar en Su diseño soberano y caminar fielmente en él.
Señor, gracias por conocerme antes de que existiera y por apartarme para Tu propósito. Ayúdame a descansar en la verdad de que Tus planes son más grandes que los míos y que nada en mi vida te toma por sorpresa. Aquieta mis pensamientos ansiosos y fortalece mi confianza en Tu sabiduría y Tu tiempo perfecto. Que mis días se dediquen a cumplir el propósito que diseñaste para mí. En el nombre de Jesús, Amén.
Leave a Reply